sábado, 17 de octubre de 2015

12 cuentos para el otoño - I- Amor entre la hojarasca



Llegaban los primeros vientos del otoño, con la llegada del mes de octubre. Los árboles se vestían con su manto de colores ocres, anaranjados y amarillos, preparándose para la nueva estación.
La joven para de enamorados, con sus dos hijos, aprovechaban las vacaciones escolares, para limpiar juntos el jardín de su casa de piedra. Tocaba ultimar las podas de los cerezos y almendros del jardín, y limpiar el manto de hojas que había cubierto el suelo, dejando desnudos los árboles.
Los niños corriendo por el jardín, jugando a perseguir al perro, entre las hojas, aprovechando los montones que sus padres habían hecho pacientemente por todo el jardín, reuniendo las hojas secas, lanzándose en ellos como si se zambulleran en una piscina de hojas, aprovechando el acolchado que suponía.
Los dos enamorados, aprovechaban las distracciones de los pequeños, para besarse, con la excusa de echar las hojas secas en sacas que después desecharían en el cubo de compostaje, paseaban por el jardín tomados de la mano, abrazados con la excusa del fresco clima de la estación, mientras los niños seguían con sus juegos, ajenos a los dos enamorados.
 Quedaba un montón nada más, por recolectar en el jardín. Los dos enamorados, se miraron un instante con una mirada pícara y una sonrisa de niños traviesos, que solamente ellos dos comprendían.
Como respondiendo a un mismo impulso, a un mismo instinto, los dos enamorados, se lanzaron con un grito de júbilo al montón de hojas, rodando entre la hojarasca que se les enredaba entre las prendas y el pelo, riendo a carcajadas entre besos, hasta que sus dos hijos, tras un instante de vacilación, se unieron a sus padres, lanzándose sobre las hojas, jugando los cuatro como chiquillos.







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