viernes, 20 de enero de 2017

Con una taza de café - Decimosexta taza

Los dos enamorados, se habían conocido cuando apenas contaban los veinte años de edad.
Era una cafetería, del casco antiguo de la ciudad, regentada por un matrimonio de ancianos, que habían montado el local con el poco dinero que tenían, con los pocos ahorros con que contaban, en sus años de juventud.
Al matrimonio de ancianos, les unía, además de su inmenso amor, su pasión por la palabra escrita. Ella, era una voraz lectora desde su niñez, leyendo cuanto libro caía en sus manos. Su enamorado, desde la adolescencia, había descubierto la pasión por escribir.
Esa pasión, les había lleva a convertir la cafetería, en un santa sanctorum de los libros, donde se reunían escritores y lectores por igual, entorno a una taza de café, un zumo, un chocolate caliente o cualquier otra bebida…
Así fue como coincidieron, el joven escritor, estudiante de filología en la ciudad, soñando con un día llegar a ser profesor y ella, estudiante de enfermería, la que había su vocación de toda una vida, se encontraron, entre libros y café en aquella vetusta cafetería.
En el sexto año de su relación, la joven, ya una enfermera, encontró un anillo de compromiso, en el fondo de su taza de capuchino.


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